miércoles, 21 de diciembre de 2011

Conjugando el 2011

Este año ha sido bueno, 2011.
Fue mejor que el 2010, sin duda...
He crecido muchísimo,
he crecido tanto que me recorté el cabello,
porque no me puedo amputar más nada.

Llegaron nuevos amigos,
perdí seres queridos,
aprendí, acepté, sigo pa'lante.

Trabajo, aprendo, aprendo, aprendo.
La vida me parece fascinante.
Todo es una lección.
Como una gran escuela.

Engordé, rebajé, engordé, rebajé, engordé...
Me ha dado gripe. Tengo gripe ahora.
Me he sanado, me voy a sanar ahora también.

En el dosmil once
Perdí, extrañé, gané.
Olvidé, jugué, cambié.
Compré, gasté, y mal gasté.
Soñé, logré, intenté.
Canté, bailé (mal pero bailé);
Y siempre:
Amé, amo y amaré.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Me equivoqué y me alegro.

Hace unos meses hablé del futuro como si supiera que sucedería,
sé que es bueno visualizar lo que se quiere,
porque es una de las pocas maneras de alcanzar lo que queremos:
imaginándonos el "como será", "qué haré" y demás caballadas.

Yo, una criatura con un pendejo corazón, pensé que algo que fue sería por siempre,
que mis sentimientos perdurarían a pesar de la distancia y el tiempo...
Pero gracias a la vida, no ha sido así, de hecho, dejó de ser hace mucho tiempo,
tanto tiempo que hasta me siento mal... Wao.

Es decir, que me equivoqué...
Y honestamente, tenía tiempo que no me alegraba tanto de haberme equivocado,
pues de no haberme equivocado probablemente viviría un poquito triste, ¿sabes?
Amarrada a cosas que jamás podrían volver a funcionar.

Con eso me di cuenta que soy capaz de muchísimo más de lo que creía,
incluyendo: sanarme.

La vida ha sido buena conmigo.
Sigo amando, no precisamente a las mismas criaturas,
pero creo que lo importante es el hecho de mantener el amor, no dejarlo morir, ¿no?